Pequeña flor del ghetto (2015) de Jean D’Amérique

Apenas comenzada esta colección de poemas, escucho los sonidos que los versos ponen sobre la página. Leo la huella de un recorrido por el arte de la palabra oral y musical que el poeta cultiva. Leo también lo etéreo, lo frágil, lo fugaz, lo que no desaparece ni siquiera allí donde parece desdibujarse casi todo. La sonoridad se transmuta en musicalidad. Los sonidos de la violencia y el dolor se vuelven música: “ritmo violento”, “escalada de silencio”, “concierto de disparos” (15), “melodía del gatillo” (17), “la vida era canción de sol/ en tus gestos/ como una guitarra” (31) en el poema dedicado a Régina.

Dice Henri Meschonnic en La poética como crítica del sentido que la poesía sucede allí donde las metáforas se realizan: el quejido, el lamento, la denuncia (legítimas, qué duda cabe) se transforman en poesía, mediante la alquimia de “una poética de la política” (21). Es el arte de la póiesis griega: hacer, crear, producir, ir desde el no-ser hacia el ser.

Quizás donde más nítidamente se puede percibir la trasmutación es en el poema dedicado a la madre partida: “Todo en mí/ se abraza al derrumbe// Con tu muerte/ la vida en mí se vuelve lluvia” (27), esa lluvia que más adelante, en el poema que cito otra vez, dedicado a Régina asesinada, se vuelve letras, “las lluvias de letras” (32), dice. Encontramos acá, de nuevo, la transmutación, las metáforas realizándose: la vida atraviesa la muerte, abraza el derrumbe, y entonces se vuelve lluvia de letras, se vuelve poema.

Llegamos así a la clave del poemario (un título siempre es una llave): “la pequeña flor/ [que] se volvió mala hierba” (37) o la “corona de flores/ sobre los charcos de agua sucia” (41), flores de mal y de muerte, dan a luz por medio de esta poética a un ser que se afirma en otra clase de flor: “Soy una flor/ cuya belleza se arrastra/ bajo los pies/ como un cuaderno/ donde inscribir el desastre” (45).

Es una pequeña flor del ghetto: “En la frágil palma/ de mi ghetto” (41) dice, donde el ghetto es un destino inscrito en la palabra de la mano. Sin embargo, sin negar el dolor, la violencia, la injusticia, el desastre, sino todo lo contrario, abrazándolos, abriendo los ojos en la “Zona / de desgarramiento de la mirada // Secuestro/ de impulsos de la palabra” (23), algo se libera y florece, para traer un nuevo ser, uno que está más allá de aquel destino: “Soy/ de esos seres sedientos de horizontes/ fuera de los alambrados” (25).

Realizando las metáforas, este poemario transmuta, además, la austeridad en precisión y la violencia en delicadeza, como cuando dice: “la flor de fuego/ del cuerpo de ese hombre” (35). Por medio de la poesía, los impulsos de la palabra secuestrados se liberan y se da a luz una flor, un canto, una voz bella, libre, compartida.

Buenos Aires, 10 de Septiembre de 2024

Pequeña flor del ghetto (2024) de Jean D’Amérique
Editorial: Milena Paris
Traducción: Laura Masello
Diseño: Daniela Olivar
Editores: Anne Gauthey y Manuel Barrios
Corrección: Sol Fantin
Foto: Guillaume Coadou

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