La biblia de una mujer (2021) invita al lector a recorrer el camino de un cuerpo que se armó de secretos: de silenciosos actos prohibidos o verdades que mejor evitar. De niña a adolescente y luego mujer, la voz poética construye su cintura cruel y cansada, y su condición de ser mujer que sangra a lo largo de su peregrinaje hacia la adultez.

Mujer de matorral

Me hice mujer en un matorral,
estaba sola entre la maleza
con demasiada oscuridad
como para tener miedo
de volver con la entrepierna manchada
adúltera de mi niñez.
Sé que piensan que fue alguien,
cualquier fulano estúpido, insulso
y precoz,
quien me hizo mujer
luego, mucho después de la ternura.
Pero mujer me hice sola
despedazando aquel día lo verde,
plantando mi natura
erótica
elegíaca
enterrada
bajo la tierra de un rancho mal cuidado
donde luego habría flores, luz, tiempo.
Mujer de matorral
Desde entonces,
amarilla, amarilla,
con la tierra natal manchándome la
piel
furiosa y bella
como los girasoles de Van Gogh
dándole en la cara
toda la brutalidad que encierra un día.

Paisito

Montevideo,
you locked me
between the walls of The Rambla:
your shelter
and my watery prison.
I can see from your window
the life that is blooming for me
on the other side of your walls,
but you would not allow me to go
not even to the hospital
to give birth to the dreams
that I’ve conceived with your port.
Oh, you,
little dusty daemon,
I am not taking your tongue
I resist that
smell of scrambled water.
As a foreigner
I call for my freedom
Paisito
or I will drown in your silver river,
and my traitor’s voice will always
ricochet
at the sound of bordeaux clapped
dawns.

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