Hay historias atractivas más cerca de lo que uno imagina, pero también las hay a miles de kilómetros. Cuando se suma el misterio de lo lejano con un escenario implacable y una realidad poco común, el resultado es la combinación perfecta para un documental.

Salam, el debut como directora de Agustina Willat García, nos muestra los campamentos de refugiados del pueblo saharaui, donde las condiciones climáticas son extremas y los recursos son limitados. Con esas desventajas, una escuela de cine encuentra la forma de existir en el inhóspito desierto del Sahara.

¿Qué podrían tener en común un grupo de uruguayos y uno de saharauis? La pasión por el cine. Como espectador, entiendes que el equipo detrás de la cámara es bastante similar al que vemos en la pantalla mientras seguimos las actividades de la escuela porque se dedican al mismo oficio. Además, la segunda lengua de los saharauis es el español así que, de repente, cruzar el Atlántico deja de ser un viaje tan largo.

El cuidado en las imágenes también ayuda a que el relato sea más cercano. En su mayoría, se nos muestra a las personas con ángulos normales, es decir, que la cámara está a la altura de los ojos. Esto hace que las tomas sean más naturales, sin prejuicios, como estar de par a par.

Cuando la cámara vuelve a los campamentos, suelen predominar los colores cálidos. Visto desde lejos, casi todo es un derivado del amarillo, es menos común ver otros tintes en el paisaje, aunque los hay. Debe ser culpa del viento, pero todo tiene un tono arenoso que te recuerda quiénes son las personas frente al lente y dónde están. Aunque el verdadero recordatorio es que el escaso verde que se ve está en los trajes de los militares, un atuendo calado en la memoria del pueblo saharaui.

Para el pueblo, la música y la poesía eran importantes transmisores de mensajes. En el documental, los ritmos que acompañan las secuencias son pocos y no juegan un papel crucial porque la música saharaui tiene reservado un espacio en el relato. Sería un pecado describir ese momento porque vale toda la pena verlo y escucharlo, no leerlo. Por otro lado, puede ser que el hilo conductor de la historia sea la escuela de cine, porque es un grupo preocupado de que no sean olvidados los relatos de la causa saharaui y, paralelamente, potencian la idea de que hoy todo es audiovisual. Es decir, encontraron la forma de transmitir el mensaje por más años.

Es inevitable dejar pasar el detalle de que el documental se llama Salam, que significa paz en árabe, cuando el trasfondo y contexto de esta historia es la guerra. Con momentos tensos y otros relajados, el conflicto siempre está presente. Hay un plano notable de un objeto relacionado con la guerra, en el que está escrita la palabra “fuego”, pero solo resaltan las últimas tres letras, que forman “ego”. Con esa imagen ante los ojos, las interpretaciones saltan de la mente casi por inercia. Tengo la certeza de que nada es puesto en un documental al azar.

Cuando ves Salam, sabes que hay algo en el fondo que espera a estallar, aunque es más estremecedor saber que es posible acostumbrarse a algo tan violento como la guerra que, en su máxima expresión, se encarga de desdibujar la línea de lo moral. Este documental grafica muy bien que para los saharauis la guerra está en la arena que los rodea porque no es su tierra, pero también es la musa de todas sus creaciones. La peculiar existencia de una escuela de cine en campamentos de refugiados es una lucha contra el olvido, pero también, quizás de forma inconsciente, es nunca soltar la mano del conflicto.

Una respuesta a “Salam: un oasis cinematográfico en el Sahara”

  1. Avatar de mapilarchasquenet
    mapilarchasquenet

    Excelente nota!!!!!!!!!!!!!!!!! Muchas gracias!! Ví el documental y me **fascinó** Y me llama aún la atención que nada se ha escrito sobre Salam en la prensa escrita tradicional. Mil felicitaciones para la autora y la editorial de Sujetos!!!!!!!!!!!!!! Mil abrazos, muy pero muy justa las apreciaciones y reflexiones de esta nota, de esta estudiante de periodismo. Mil abrazos y gracias!!!!!!!!!!!!! Saludos!!!

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