Dos posts diferentes sobre poesía.

El primero un artículo de Mariana Fossati en la página web de Ártica (Centro Cultural 2.0) que analiza las ventajas del entorno digital para los talleres literarios y anuncia un taller de poesía latinoamericana contemporánea.

Los talleres literarios son espacios 2.0 por naturaleza. Están orientados al aprendizaje, la creación y el intercambio. Jamás son unidireccionales ni meramente expositivos. La gente va a un taller a compartir lo que escribe, a conocer a otra gente que escribe, a recibir comentarios y a ser capaz también de comentar con criterio. Un taller literario tiene que ayudar a cada participante a forjar una voz propia y a empoderarlo, a ser escritor o escritora desde su contexto cotidiano.

El segundo una entrevista de Guido Arroyo a Reynaldo Jiménez, quien es un activo difusor de la poesía latinoamericana pasada y contemporánea y discute aquí las falsas disputas entre estéticas.

(…) una estética –y esto es lo que nunca entendieron los que arman estas guerrillas inter-estéticas– es una posición de vida. No es una propuesta mental, externa, que posiciona socialmente. No. Es una desnudez absoluta, y, si no, es una pantomima, que a la larga se desmorona. (…) Tenía la idea de que la poesía era algo que congregaba. Un espacio donde uno podía escuchar palabra no dogmática, no utilitaria, no baja-línea.

Ambos textos son interesantes en sí mismos pero quería destacar  las posibilidades que el formato digital puede brindar para congregar, para dar lugar a esa palabra no dogmática, no utilitaria y no baja-línea que propone Reynaldo.