En las últimas semanas los lectores de la diaria (medio de prensa escrita uruguayo) nos encontramos con un debate sobre las humanidades, la ciencia y la formación técnica. Se inició por una nota de Nicolás Duffau en la diaria titulada «Disparen contra las Humanidades» del 18 de setiembre de 2012 en el que Duffau reflexionaba sobre la oposición entre formación técnica y humanidades planteada por el presidente José Mujica en reiteradas ocasiones en sus intervenciones públicas. Una semana después Mujica explicaba a qué se refería:
En Uruguay hay un mundo universitario que cree que por su formación tiene la patente de la sabiduría, y no mira con un desprecio reaccionario, porque es gente culta, relativamente delicada, pero no lo puede disimular: cree que el único camino del saber es el que emprendió ella. No cree mucho en los autodidactas ni en la formación que puede dar la vida en el andar.
Acá se arrancó con un desprecio hacia el trabajo manual, no triunfó la burguesía. España trasplantó muchos de esos esquemas, y siempre fueron más importantes las letras. Creo que una formación integral tiene que ver con las manos, con la cabeza, con todo. Un filósofo debe saber cambiar la rueda de un auto.
(Las dos citas las saqué de aquí)
Pero no siempre Mujica jugó en el medio como lo hizo en esta entrevista. En otras intervenciones públicas fue más drástico y manifestó su adhesión a uno de los extremos planteados en el debate.
El 21 de setiembre Aníbal Corti publica dos notas en Brecha (semanario publicado también en Uruguay) con el título «El sabio y el artesano» (aquí la segunda parte) cuyas ideas y excelente prosa contrastan con el argumento burdo que Alejandro Pareja manejó para responder a Duffau en «El miedo a la tecnología»:
Este país fue históricamente rentístico (debido a la maldición de la pradera natural, como la llamó José Pedro Barrán) y esa cultura rentística siempre fue muy bien con las humanidades o el afrancesamiento cultural. Había que laburar poco y entonces los nenes bien se dedicaban a filosofar, al periodismo, a la literatura, al empleo público y, fundamentalmente, a viajar a París para codearse con les humanistes. Las vacas, al pasar por la aduana, dejaban la plata con la que comíamos todos. Pero esos tiempos se fueron alejando (puede que la minería los vuelva a traer), la revolución verde hizo que la dependencia de los alimentos uruguayos haya descendido y nos vimos obligados a pensar en laburar, en producir, en algo que nos dé de comer y, si sobra tiempo, podremos dedicarnos a la filosofía o a la microhistoria.
Al día siguiente Duffau le contesto a Pareja con «Venceréis pero no convenceréis», título que sintetizaba una frase célebre que Miguel de Unamuno le espetó a unos nacionalistas fachos poco antes de la guerra civil española:
Venceréis porque tenéis sobrada fuerza bruta, pero no convenceréis porque convencer significa persuadir. Y para persuadir necesitáis algo que os falta: la razón y derecho en la lucha
El 1 de octubre Guillermo Lamolle interviene en el debate con un texto titulado «Lo inútil» aportando un poco de humor irónico. Dos días después el Decano de la Facultad de Ciencias, Juan Cristina, publica otro texto ¿Puede la ciencia contribuir al desarrollo humanístico?. Y por ahí parece haber quedado el debate.
Algunos dicen que en Uruguay no hay debate y un juicio tan general siempre puede ser rebatido con casos como este. Pero en el curso de estos intercambios Aníbal Corti afirmaba que no era un problema de cantidad sino de calidad. Tiene razón.
Bien. Hasta acá llegó mi amor. Como ven no opiné sobre el asunto. Pero es porque me siento perfectamente representado por lo que Nicolás Duffau y Aníbal Corti escribieron.
Los dejo con este videíto que es una lectura del discurso de Unamuno. Sí, ya sé, no tiene nada que ver con el debate en términos estrictos, fue usado como ejemplo nada más pero el texto es muy bueno, a pesar de la lectura solemne del locutor. Mi viejo me contó la historia de Unamuno unas cuantas veces. Recordarla me trajo muy buenos recuerdos.
Coda (12 de octubre de 2012): Luego de escrito este post encontré que Henciclopedia publicó dos artículos de Aldo Mazzucchelli con el título «¿Hay futuro para las humanidades? (I y II)». Otro aporte interesante al debate.
Coda II (26 de marzo de 2015): A partir de una separata en la revista «Humanidades» de la Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación (de Uruguay), en concreto a partir de un artículo de Gustavo Remedi se inició un debate con Alma Bolón y Aldo Mazzucchelli. Siguiendo este link encontrarán todos los artículos que se publicaron al respecto. Les recomiendo también este texto de Alejandro Grimson que parte de la pregunta ¿Sirven para algo las ciencias sociales?.