Con Leonardo Lesci, coordinador de la editorial Hurí
Hurí surge en 2018 ¿Cómo fue el proceso de creación?
En el origen de Hurí está un proyecto anterior de encuadernaciones artesanales llamado Perroverde Ediciones. Con él se llegaron a publicar tres o cuatro libros. Se disolvió por diferentes razones y ahí refundé la propuesta editorial con variantes. Abandonar la encuadernación artesanal como soporte principal con el remplazo de la imprenta. Y profundizar el proceso de edición: arte de tapas con el trabajo exclusivo de artistas visuales; el cuidado de los textos perimetrales a la obra. Nos pasaba que había ofertas varias de libros para hacer pero la mecánica artesanal y el tiempo que llevaba impedía darle vida a los demás.
Así que Hurí nace de esa reconversión. Fortuitamente el sello surge en el 2018 con la edición de Diario del sitio de Ur de Luis Carro, que acaba de obtener el tercer lugar en Los Premios Nacionales de Literatura 2020 del MEC en Poesía édita. Ojalá sea un buen augurio. Ese libro es el bautismo de Hurí con nuestros defectos y virtudes. Paralelamente al libro se trabajó la forma e imagen del logo del sello. Lo hicimos con la sabiduría técnica de Clever Verino, un fotógrafo cordobés que hace un tiempo recaló en Colonia del Sacramento y aquí formó su familia. Él es el hacedor de esa imagen que nos identifica. Además, regularmente trabaja en la digitalización gráfica de los exteriores e interiores de los libros.
El proyecto es más amplio que la publicación de libros ¿qué otras cosas están haciendo?
Es más amplio sí. Pero estamos convencidos que hacer un libro puede ser un proyecto muy amplio también. En ese sentido, hemos dimensionado el trabajo en los exteriores del volumen cuidando especialmente su arte de tapas. Cada propuesta de libro supone una evaluación en cuanto a qué artista puede ser el más apropiado para que dialogue con el texto verbal en cuestión. Esa tarea la coordino con Bernardo Cardarelli, arquitecto y licenciado en artes visuales, destacado a nivel nacional en diversos lenguajes de la comunicación visual, y que tenemos la fortuna que esté en Colonia y nos acompañe en la tarea. Luego viene el diálogo con el artista visual al que también se suma el diseñador gráfico.
Al mismo tiempo, estamos en la confección de nuestra página web. Queremos que sea el repositorio del trabajo realizado en el sello, y que además ofrezca un mapa de los realizadores visuales y audiovisuales de la zona, así como una agenda cultural de los eventos del departamento y la región que según nuestro criterio debemos difundir. Por otro lado, con el equipo que vamos formando pensamos ofrecer la coordinación y curaduría de contenidos artísticos y culturales que nos soliciten.
Entendemos que hay un gran potencial artístico en la ciudad y el departamento y se necesita profesionalizar las propuestas para que puedan competir con otras, especialmente de Montevideo, y de ese modo minimizar las distancias existentes. En el área de comunicaciones y logística está Natalia Guevara que además de ser mi pareja es la madre de mi hijo Camilo. Se sumó este año y se ocupa principalmente de la difusión en redes además de la coordinación de los eventos. Estamos haciendo un ciclo de charlas con los autores que vamos editando o mesas de conversación en torno a los textos publicados.
Viendo los títulos que publicaron hasta ahora, me parece entender que hay un particular interés por construir un proyecto con fuerte arraigo local ¿Cómo lo ves?
Es así. Eso no quita que no tengamos proyecciones de libros de autores montevideanos, de otros departamentos, o incluso que estén fuera del país. Pero está claro que hay un “fondo” en nuestra propuesta editorial que –como decía antes- radica en visibilizar la producción de autores locales.
¿Qué significa estar en el Colectivo Sancocho?
La integración a Sancocho fue en este año 2020 de Pandemia. Es imposible no poner ese contexto. Al principio significó una gran motivación y entusiasmo. Había alguna experiencia compartida y conocimiento personal de muchos de quienes están al frente de algunos de los sellos que integran el Colectivo. Luego, con la dinámica de los hechos, Hurí no ha podido participar activamente de lo esencial que son las ferias ni nos hemos integrado con la visibilidad que imaginaba. Pienso que Sancocho no ha dejado de ser un Colectivo netamente montevideano y nosotros hemos quedado por diferentes circunstancias un poco aislados. Pero tengo optimismo en que eso transforme.
¿Cuáles son los planes a futuro?
Hay varios. Si empezamos por aspectos menos interesantes pero que son necesarios, queremos formalizar poco a poco la existencia del sello. Es decir, lograr la validación del proyecto como un emprendimiento sustentable y regulado por los aspectos formales que te permiten acceder a las diferentes oportunidades. Formalizar cada uno de los proyectos, pactando acuerdos escritos con los distintos autores según las características de los trabajos a publicar y de eso modo evitar la informalidad de lo dicho oralmente.
En el 2020 Hurí editó cuatro libros. Tres de poesía y uno de corte más ensayístico. Llegamos a fin de año con tres o cuatro más en proceso de edición próximos a enviarse a Imprenta. Tres poemarios más y un libro de cuentos. Me reconforta decir que cuando contamos al público de las ferias en Colonia cómo es el trabajo de edición del sello, muchas personas –no necesariamente escritores- se motivan a pensar cómo sería su propio libro.