El 20 de diciembre de 2020 apareció un nuevo proyecto literario en internet, la página web La máquina de contar, coordinada por Edh Rodríguez, Maximiliano Debenedetti y Martín Lamadrid. Los tres se cruzaron en un proyecto digital anterior –Viciados de nulidadque había iniciado Debenedetti. Semanalmente, cada lunes y viernes, La máquina de contar publica un cuento. No se trata de narradores premiados, ni conocidos, sino de tres amigos que bajo la consigna del “hacelo vos mismo”, se generaron un espacio para dar a conocer sus cuentos y los de quienes quieran participar. Al día de hoy los tres publicaron tres cuentos: Debenedetti “La máquina de contar”, “La hoja en blanco” y “Quince abriles”; Edh Rodríguez “Un rayo (El Colo)”, “El Loco Ferrantes” y “Pink Floyd en el Tasende”; y Martín Lamadrid “Escribir después de Moby Dick”, La mexicana y Bansky y El poeta maldito, la rubia millonaria y Delmira Agustini.

En los tres narradores se percibe un dominio formal del cuento breve: el desarrollo sencillo de una anécdota, la perspectiva del narrador casi siempre en primera persona, pocos personajes y una estructura sin grandes complicaciones. Pero en el plano del lenguaje también aparecen distintos tonos poéticos, el humor irónico y, en muchos casos, la intertexualidad con canciones y otros productos culturales. A diferencia de la mayoría de las páginas web, que miden sus textos en minutos de lectura, los maquinistas calculan el tiempo en cantidad de tweets, la mayoría oscila entre los 10 y los 40. La máquina de contar es un proyecto en proceso, y esperan una mayor interacción con sus lectores y lectoras. Al final de la entrevista se enterarán de cómo colaborar con cuentos.

¿Cómo surge la propuesta de La Máquina de contar? ¿Dejaron de hacer Viciados de Nulidad? Si la respuesta es sí, ¿por qué dejaron de hacerla?

Edh Rodríguez (ER) Con Maxi nos conocemos hace años, del trabajo. El tenía un blog, que luego fue página, Viciados de Nulidad (VdN). Yo comencé a colaborar a partir de algo que escribí con la muerte de Renzo Teflón y le envié para que lo leyera. A partir de ahí, fui integrándome a VdN. A Martín lo conocí hace mucho menos, en un grupo de estudio. Luego se fue a estudiar a Paris y seguimos en contacto. Le envié cosas de VdN y pidió para colaborar con textos.

De hecho los dos se conocen virtualmente, pero nunca se han visto. Pegamos onda muy rápido entre los tres, a partir de gustos sobre cine, música, libros, mucho humor. En algún momento, VdN entró a estancarse, y surgió la pregunta. ¿si hacemos una página nueva y solo metemos narrativa? En eso estamos. También creo que hay un gesto político, en este contexto, salir de alguna manera del encierro y proponer algo. Abrir un lugar de expresión, sostenido en la porfía del hacerlo uno mismo.

Maximiliano Debenedetti (MD) En enero de 2012 inicié VdN como un blog personal y la idea era meter textos de todo tipo, pero con un anclaje fuerte en el humor. Al principio metía crónicas, noticias y algún que otro cuento. Luego eso fue mutando, como ya contó Edh. Desde ese proyecto en solitario hasta el 2020 pasaron casi 20 personas. Todas amistades muy queridas. Incluso aquellos con los que no conocía, ya que invitaba alguien más. Si bien VdN hoy está en un impasse no es un proyecto cerrado. La página sigue con vida, para quien quiera leer lo que hacíamos.

Por otra parte, para mí Edh es un tipo tangible, de carne, lentes y hueso. Pero sobre Martín aún no sé si son letras en una pantalla, una doble personalidad de Edh o la reencarnación de Charles Baudelaire. Lo cierto es que el tipo es un capo. Ambos me caen genial. Creo que la gracia de todo esto, es que formamos un buen equipo de trabajo y al mismo tiempo, tenemos una buena amistad.

Me decía Edh que son “tres tipos con ganas de entrarle a la narrativa desde lugares bien distintos” ¿Por qué entrarle a la narrativa? ¿Cuáles son esos lugares distintos?

Martin Lamadrid (ML) Hay que entrarle a la narrativa, sino peligramos de ser chupados por un vortex de realidad sórdida, sobre todo la uruguaya. Como orientales debemos entrarle a la narrativa, a la ficción, para no morir de realidad y nadismo. Los tres somos bien diferentes y no tenemos los mismos gustos, sueños, ideales o expectativas. Es lo que enriquece a la maquina. No hay nada escondido detrás, es pura ganas de contar.

MD Los textos nuestros, siempre son historias que surgen desde lo profundo de nosotros mismos, por más simples que sean. Esa autenticidad es la que nos da la diversidad de la que habla Martín. Y los tres asumimos el compromiso de escribir lo que nos dé la gana y como nos dé la gana. Obviamente que tenemos un proceso interno de sugerencias, porque si vemos que algo esta mal, también tenemos la libertad de decirlo.

ER. No sabría explicar las diferencias. Los temas, los estilos. La manera que cada quien tiene de trabajar sus textos. Las lecturas previas, las músicas que cada cual escucha. Qué se yo… Tal vez es una sensación nomás, pero hay cosas distintas que conviven en la página. ¿Por qué entrarle a la narrativa? Desde niño me gustó leer cuentos y novelas. Era zambullirse en un mundo distinto cada vez. Y en algún momento surge como pregunta, ¿será posible hacer eso?

De cierta manera, un cuento exige al lector meterse en un mundo, un tiempo al menos. Aclimatarse a un paisaje, una situación, unos personajes. El desafío es crear ese paisaje, seducir a quien lee para que entre y se quede un rato, que recorra la situación, que suele ser muy mínima, ínfima, pero puede resultar compartible. Es como cuando caías al campito con la pelota, y esperabas que aparecieran jugadores.

¿Cómo gestionan la página? ¿Todos escriben?

ER Escribimos los tres, y cuando alguien tiene un texto que considera publicable, lo sube para que lo revisemos, desde las cuestiones de puntuación, hasta a veces las sugerencias frente a palabras que se repiten o frases o párrafos que no se entienden. Los textos se suben se revisan, pero la palabra final sobre cada texto es del autor, que puede tomar o no tomar una sugerencia. Estamos aprendiendo en eso también.

MD Para mí, nuestro sistema de publicación es de «doble destilado». Uno escribe, pero para que salga, los otros dos deben leerlo antes. Así minimizamos los errores de ortografía, sintaxis, etc. Y por otra parte, las tareas se dividen entre los tres. Pero sí. Los tres escribimos y los tres editamos.

La página tiene un diseño atractivo y cómodo ¿Quién hace el diseño?

ER El diseño y el mantenimiento lo hace Maxi, que es quien sabe hacer esas cosas. Ya lo hacía en VdN. Durante noviembre y diciembre nos fue mandando fotografías, pruebas de tipo de letra, diseños, esas cosas. El acuerdo básico era mantener una estética sobria, blanco y negro, y centrado en las letras.

ML Maxi es el responsable. Es un tipazo, dicen. Aún no lo conozco.

MD Gracias por lo de tipazo, Martín. La estética tiene mucho que ver con el papel del libro impreso. Busca que el lector no se distraiga con imágenes, que la historia sea el centro y la palabra, el instrumento para lograr el objetivo.

Esto no descarta que estemos en tratativas de explorar también otros caminos, como las lecturas para podcast o cuestiones de este estilo.

¿Qué planes tienen para el futuro?

ER Seguir escribiendo y ver a dónde nos lleva. Nos gustaría hacer un evento de lanzamiento de la página, integrar textos de gente que envíe sus producciones. Generar espacios del intercambio. Que la cosa circule.

ML Contar, contar, contar, contar y contar. Desde ese vecino en Durazno que escuchaba cumbia hasta las tres de la madrugada, hasta el nido de ratas en París que vi crecer durante la pandemia desde mi ventana. Todo sirve para escribir.

MD Más que un plan, para mí es un sueño. Qué el público latinoamericano nos conozca. Pero también buscamos la autosustentabilidad de la página, porque no solo de reconocimiento vive el hombre (o la mujer). Y ya que estamos, que alguno de los tres gane premios internacionales, así nos invitan a viajar con todo pago. Y de paso, conocer a Martín para saber si es real.

Si quisiera publicar un cuento suyo en la página ¿qué tengo que hacer?

ER Nos contactas en la página, o escribiendo a qwerty@lamaquinadecontar.com Leemos, nos comunicamos. Haremos sugerencias como nos hacemos entre nosotros, y si todo está bien, se publica. La idea es contar con invitados y tener a la vez cierto manejo en el sentido de que lo que se publica sea narrativa.