Sobre la exposición 19 de junio de 1986. Memorias, festejos y resistencias de la fotógrafa Nancy Urrutia.

Con solo un puñado de excelentes fotos de un acto militar en la ciudad de Sauce (Canelones), el 19 de junio de 1986, se puede apreciar la importancia del periodismo gráfico para la historia y para la memoria colectiva de la dictadura civil-militar y de sus fantasmas en el período «democrático».

Para llegar a la Sala EspacioFoto (Mercedes 1444) hay que subir el primer tramo de una escalera de mármol, tocar timbre y luego hacer el segundo tramo. Al llegar al descanso y subir un tercer tramo más corto, pregunté por la sala. Una mujer amablemente me indicó el lugar y me dijo que también estaba la «autora».

No esperaba encontrar a Nancy Urrutia, ni la larga e interesante conversación con ella, que me hizo comprender mejor las fotografías que estaban frente a mis ojos, y conocer también la trayectoria de esta mujer increíble. La muestra contó con el apoyo de la Intendencia de Canelones, el Centro de Fotografía de la Intendencia de Montevideo y el Foto Club Uruguayo. De hecho la idea comienza en Canelones.

En 2019 la profesora de historia Marisol López contactó a Urrutia. Estaba buscando a la autora de una fotografía icónica, tomada en el acto por el natalicio de Artigas que se realizó el 19 de junio de 1986, en la que puede verse a Luisa Cuesta entregando una carta al vicepresidente Enrique Tarigo. En esa carta (ver recuadro) distintos actores políticos y sociales reclamaban por verdad y justicia.

Los colectivos allí reunidos se apostaron frente al palco oficial, en la puerta de la Iglesia, y una vez finalizado el desfile militar, realizaron una contramarcha, en la que, entre muchas otras pancartas, se destacaba una que decía: “Culpables son quienes torturaron y mataron / Culpables son quienes dieron las órdenes / Culpables son quienes los cobijan y amparan”. Todo quedó registrado por el ojo atento de Urrutia, ubicada en la calle, entre el palco oficial y el público en la calle. Las fotos de la exposición reconstruyen la puesta en escena y ofrecen toda esa información.

Ese primer contacto quedó en nada, pero cuatro años después, Marisol López y Pablo Pérez Queiruga, director del Centro Cultural Casa de Artigas, en Sauce, volvieron a contactar a Urrutia para montar una versión reducida de la muestra que se expone en Montevideo. En las dos oportunidades las fotos de Urrutia removieron recuerdos de personas que se reconocieron en ellas. Esa misma emoción, me cuenta Nancy, la invadió a ella cuando comenzó a revisar sus negativos, los de este acto y otros. También recuerda que su bautismo de fuego como periodista gráfica se produjo el 27 de noviembre de 1983, cuando cubrió el acto del Obelisco, el del famoso discurso de Alberto Candeau, el del río humano que reclamó el regreso de la democracia. Ese día Urrutia aprendió que tenía que controlar sus emociones para poder encuadrar y registrar lo que estaba pasando, y entregar la mejor versión de su trabajo a quienes quisieran ver.

Algunas de las fotos que sacó en ese acto fueron publicadas en la revista Avanzada de Acción Sindical Uruguaya (ASU), que publicó otras fotos de Urrutia en varios de sus números. También fue periodista gráfica de Brecha durante 11 años, además de trabajar en otros medios y tener su propio estudio en los que hacía desde fotos sociales hasta fotocarnet. Impresiona porque fue una mujer autodidacta, que trabajó en un mundo de hombres, siempre dispuestos a negar o menospreciar el valor de su trabajo. En las palabras que compartimos me habló de ética y responsabilidad en su trabajo, en el cuidado de las personas y los colectivos que retrata, en el periodismo como una forma de colaborar con la lucha por los derechos humanos en un período crítico de nuestra historia.

Una foto icónica

Foto de Nancy Urrutia

La exposición es contundente. Uno puede llegar a hacerse una idea de lo que es un desfile militar, incluso de la violencia implícita y explícita que pudo significar en aquel contexto. Una de las fotos muestra a los representantes de la Armada Nacional, la Fuerza Aérea y el Ejército, parados en jeeps lustrosos, imponiendo su presencia casi como estatuas. En otra se puede ver a militares marchando y empuñando ametralladoras. También los niños y niñas con sus túnicas y moñas, desfilan siguiendo los pasos de los militares. Uno se pregunta frente a estas fotos, por la continuidad entre los actos de la dictadura y este acto en 1986. Y también por los actos actuales, en los que niños y niñas se ven expuestos a una idea de patria militarizada, que es capaz de hacerlos cantar “libertad o con gloria morir” y que parece un despropósito.

La foto que capta toda mi atención es la de Luisa Cuesta. Muchas veces se utiliza la expresión “la imagen habla por si misma” o “una imagen vale más que mil palabras”. Pero nada habla por sí solo, hay que hacer hablar a las fotografías. Y no se trata de un comentario descriptivo, porque cuando se describe se elige qué describir y, sobre todo, se elige cómo describir, se destacan determinados aspectos, se descartan otros. Me imagino que son procesos similares los que llevan a una fotógrafa a hacer clic en determinado momento o a encuadrar y revelar cada pieza. En definitiva, sacar una foto o analizarla con palabras, es un acto de interpretación del que es imposible zafar con frases hechas.

En esta foto icónica, que fue tapa del Semanario Brecha el 27 de junio de 1986, Luisa Cuesta está acompañada por Amalia González y María Esther Gatti de Isla. Las tres llevan las fotos de sus familiares desaparecidos. Cuesta tiene en su mano una carta que extiende hacia Enrique Tarigo. El vicepresidente, desde arriba, extiende su mano izquierda para tomar la carta, pero todavía le queda el gesto de brazos cruzados. Parece que necesita sostener el brazo que recibe el peso de la carta. La foto, tomada desde abajo del palco oficial, capta el momento y también el espíritu de la lucha que registra. Desde arriba, los políticos miran con seriedad (¿y sorpresa?) a estas mujeres, madres, abuelas, luchando por saber la verdad, enfrentando a un poder político y militar que se expone con exuberancia frente al pueblo. Miramos la foto con Urrutia: “Muy triste que 37 años después sigamos en la misma”.

El texto de la carta

Sr. Presidente de la República
Presente
De nuestra mayor consideración

El 18 de mayo de 1986, representantes de las instituciones sociales y organizaciones políticas de la ciudad de Las Piedras, empeñadas en la vigencia plena de los derechos humanos, se dirigen a usted a fin de transmitirle a través de una carta la problemática que nos preocupa e inquieta a todos por igual. Al no haber recibido respuesta alguna sobre el contenido de la misma es que, las instituciones sociales y organizaciones políticas de Sauce, hacemos llegar a usted nuestro reclamo una vez más a fin de esclarecer la situación de los 3 ciudadanos desaparecidos en la ciudad de Las Piedras.

Atentos a que la verdad y la justicia son pilares fundamentales en una verdadera democracia, exigimos el esclarecimiento de las desapariciones de los tres ciudadanos canarios: Pablo Errandonea, Omar Paíta, Fernando Díaz de Cárdenas. Sus casos se suman a los de casi doscientos uruguayos más,
desaparecidos dentro y fuera del país, en lo que fue la sangrienta represión antipopular de la dictadura militar. Estos hechos son verdaderos atentados contra la dignidad de todos los uruguayos, y sin embargo, pese a que han sido presentados innumerables testimonios probatorios ante la justicia penal ordinaria, única que reconocemos, ésta está trabada en su actuación, y los autores de los delitos permanecen impunes.

No podemos admitir que quienes poseen responsabilidad política estén dispuestos a lanzar un manto de olvido sobre los derechos humanos. Pensamos que el hacerlo es suicida, alimenta a los criminales a repetir sus desmanes. Creemos que la paz y la democracia no pueden edificarse en el olvido, primero es imprescindible que la justicia actúe. Por eso los aquí firmantes, representando el sentir de la mayoría de la población, le transmitimos nuestro clamor porque se juzgue y castigue a todos los culpables de las violaciones a los derechos humanos.

Partido Nacional – Frente Amplio – PIT-CNT – SERPAJ – Madres y Familiares de Detenidos Desaparecidos – Grupo de Derechos Humanos de Pando y Sauce


Versión ampliada de un texto publicado en el Semanario Brecha el 6 de octubre de 2023.

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