La lucha entre feministas anti-porno y pro-porno es un debate que no deja indiferente a nadie. Para las más fervorosas detractoras, como Germaine Greer, la industria del porno «se trata de dinero, no de liberación. La obscenidad tiene un papel importante en el arte, así como el arte erótico, pero la pornografía estrictamente hablando no es más que una manera de hacer plata». Para Greer, el problema con la pornografía es que «es una industria inmensa, que mueve enormes cantidades de dinero, y siempre lo ha hecho, pues la pornografía es la literatura de la prostitución».
Sin embargo, las defensoras del porno desde una perpectiva feminista, como Anna Arrowsmith (conocida como Anna Span en la industria del cine para adultos), defienden que «la pornografía es buena para la sociedad». Decía Anna en una reciente entrevista que ella «solía ser anti-porno. Pero un día, en los 80, estaba caminando por…
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