Reflexión en torno a la encuesta «Los uruguayos y el carnaval» de Equipos Consultores

Hace unos días me enteré de que se realizó una encuesta de Equipos Consultores sobre el gusto de los uruguayos respecto al carnaval (“Los uruguayos y el carnaval”. Equipos Consultores. 23 de febrero de 2023). Leyéndola me resultó interesante por muchos lados. Primero, que sea una encuesta de solamente dos preguntas: i) ¿A usted los espectáculos de carnaval le gustan mucho, bastante, poco o nada?; ii) ¿Cuál es su género de carnaval preferido? Segundo, que no podría llamársele estudio, quizás apenas podría ser una aproximación al tema. O ni eso. Acabo de escribir este artículo y me entero que casi al mismo tiempo hubo otra encuesta similar. Si bien aparecen algunos datos diferentes a la de “Los uruguayos y el carnaval”, en esencia mantiene la misma lógica centralista montevideana de la que hablaré en este artículo.

Puntos de partida

No sé si es curiosidad o gajes del oficio, pero una de las primeras cosas que veo cuando se publican resultados de encuestas es la metodología utilizada, los porcentajes vienen después. Para ser sincero me pareció todo bastante pobre. No me refiero a la profesionalidad del trabajo ni a la muestra de personas encuestadas, que seguramente son buenas. Sentí que me estaba faltando algo para creer en un análisis con estas características, y por eso en parte escribo este artículo de reflexión.

Quizás esté equivocado, porque lo mío es más la investigación cualitativa que la cuantitativa, pero me da la sensación que las dos preguntas venían dentro de un combo a modo de “encuesta sábana” de una consulta más amplia. Sencillo, para ahorrar tiempo y dinero, en general las encuestadoras utilizan una misma llamada telefónica para hacer muchas preguntas sobre diferentes cosas. ¿Sobre qué en particular? Bueno, dependiendo de quién le haya pagado a la empresa consultora para realizar el trabajo (administración pública, canal de televisión, fundación privada, entre otros) es que se arma el cuestionario. Por ejemplo, además de preguntas de base (sexo, edad, etc.), en una misma encuesta podrían preguntarle a quién va a votar en las próximas elecciones nacionales, qué opina sobre la temporada de verano en Uruguay, qué le pareció el nuevo sabor cebolla de chicle Bubbaloo y si le gusta el carnaval. Incluso, podrían cruzarse algunas respuestas que no forman parte del mismo combo inicial de preguntas. Por decir algo, se podría saber si la gente que votaría a la izquierda política en las elecciones que vienen cuánto le agrada el nuevo chicle. Yendo al informe, se hace una mención a la autoidentificación ideológica con los gustos por los espectáculos de carnaval, esto seguramente haya surgido de un cruce posterior ya que en principio no se pregunta nada al respecto.

Por otra parte, tampoco se menciona quién pagó la encuesta, y este no es un dato menor. En definitiva, es el primer interesado en saber, democratizar y compartir los resultados sobre qué pasa con el carnaval y los uruguayos. La empresa dice nomás que su encuesta regular es financiada por diferentes clientes, es intrigante que no se diga la entidad que dio dinero para hacerla. Otra posibilidad es que la propia empresa consultora lo haya hecho a iniciativa propia, sea para “abrir una puerta” a un nuevo nicho de mercado (es una realidad que en Uruguay no hay demasiados estudios sobre gustos y carnaval), porque aprovecha una época del año para marcar presencia (quizás en junio hagan una encuesta sobre gustos y la noche de San Juan o en octubre sobre gustos y Halloween) o quizás porque tiene curiosidad nomás.

Si hay que tomarlo a la ligera, hay que hacerlo bien

Si yo le pregunto, ¿qué es el carnaval para usted? ¿Qué me dice? Por lo que aparece en la encuesta está claro que las preguntas dan a entender un carnaval directamente vinculado a los tablados de Montevideo y a la competencia oficial del Teatro de Verano. Sino no preguntarían sobre qué categoría le gusta más. Está claro que no hay parodistas o murgas en todo el país, y menos con la estructura de un carnaval (aunque sea a menor escala) como el que tiene Montevideo. Por tanto, dos cosas (entre muchas más) para decir acá. La primera, si fuera esta la orientación entonces no tiene sentido preguntar, o hacer una muestra, a nivel país.

Entre otros aspectos, porque se le está preguntando a personas que no viven directamente la experiencia, de una actividad cultural que no reconocen o sienten lejana. Un ejemplo claro es el carnaval de Artigas, que tiene una relación directa con las escolas de samba de Brasil. ¿En serio le puede interesar lo que esté pasando en el carnaval montevideano? Pensemos al revés. ¿Tiene sentido que le pregunten a un/a montevideano/a si le gusta el carnaval de Artigas cuando quizás ni sepa cuáles son sus principales características?

La segunda, si bien existe un imaginario colectivo sobre el “carnaval del Uruguay” lo cierto es que bajo la idea que transmite el análisis se resguarda esencialmente el “carnaval de Montevideo”. Es una realidad que desde hace varios años grupos específicos que nacen en otros Departamentos dicen presente, quizás San José sea el más protagonista en este sentido, o incluso algunos casos puntuales provenientes de Argentina, pero aun es muy marginal la presencia como para decir que lo que ocurre en la capital del país es un evento nacional. Por otra parte, si bien hay grupos que concursan en el Teatro de Verano y hacen tablados en diferentes departamentos del país, hay una presencia logística y económica que imposibilita que un grupo de murga, parodista, revista, humorista o lubolo pueda estar haciendo una recorrida por diferentes escenarios del país durante varios días seguidos. No dan los números desde ningún punto de vista, salvo que quede eliminado en la primera rueda de la competencia y le surja una oportunidad de hacer una gira prolongada por fuera de Montevideo. Por tanto, el centralismo montevideano sigue imperando, y hacer una encuesta nacional para preguntar con perspectiva montevideana tiene un sesgo grande en los resultados alcanzados. Por no decir que no tienen ningún valor.

No es lo mismo

Después de leer el informe, lo primero que pensé fue: ¿por qué hacer una consulta tan empobrecedora? ¿Qué sentido tiene? Siempre vienen bien los estudios sobre carnaval porque es una fiesta popular que tiene un cierto protagonismo, pero ¿no es demasiado concluir los gustos de los uruguayos sobre el carnaval a partir de dos preguntas nomás y algún cruce con otros datos?

Por otra parte, el título de la encuesta es “Los uruguayos y el carnaval”, la pregunta principal es sobre el gusto de los espectáculos del carnaval, casi al finalizar se abre un análisis sobre el gusto por el carnaval. Pero todo esto no es lo mismo. Si la pregunta refiere al espectáculo, el análisis y conclusiones deberían hablar del espectáculo. Por ejemplo, quizás para mí los espectáculos de carnaval de este año fueron un desastre, pero esto no quiere decir que no me guste el carnaval, entendido como ya hice referencia más arriba. Si no te gusta el chicle sabor cebolla no quiere decir que no te gusten los chicles o las cebollas. El análisis está mal enfocado y podría tender a un análisis desvirtuado y tendencioso.

Por otra parte, la consulta encierra un concepto cualitativo, el gusto, o al menos un tipo de respuesta que apela a una construcción mental elaborada que apenas se resume en cuatro opciones: mucho, bastante, poco, nada. Imagino que si se siguiera en esta línea acotada para la próxima consulta hasta podría ser más breve: mucho, nada. Y si se hiciera una tercera, quizás directamente mejor no dar opciones de respuesta. Porque claro, lo que para mí podría ser “me gusta bastante” para otro podría ser “me gusta poco”, pero si me encuentro a esa persona en la calle y nos comentamos nuestras respuestas, quizás mi bastante es menos aún que su poco. Desde una perspectiva cualitativa, ¿cómo se puede traducir ese mucho, bastante, poco o nada? ¿Cómo se puede definir el gusto a partir de respuestas tan escuetas? Es como medir la felicidad. ¿Usted es feliz? Mucho. Pero ¿cómo sería ser muy feliz? ¿A usted le gustan los espectáculos de carnaval? Bastante. Pero ¿cómo podría traducirse este bastante dentro de una experiencia personal, cultural e intangible, y que además luego se debe comparar? Muchas preguntas y varios caminos que se abren para seguir pensando.

Por ahora me quedo con más dudas y reflexiones. Me como el nuevo chicle sabor cebolla, a ver qué tal.


Foto del encabezado: «Murga Momolandia (Batería)». Desfile inaugural del Carnaval 2018 en Montevideo, Av. 18 de julio, 25 de enero de 2018. Foto: Ricardo Klein

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